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Tallarines Caseros con Salsa Bolognesa

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  • Prep 1 hr 30 min
  • Total 2 hr 0 min
  • Ingredientes 19
  • Porciones 12
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En casa, un plato de pasta (sobre todo los tallarines o tagliatelle caseros con salsa bolognesa) era el clásico de los largos almuerzos de los domingos. No había ritual más tradicional que ese. Nuestra costumbre era comer pasta por horas y sin ningún apuro. Un domingo eran los tallarines con bolognesa. Otro domingo, con salsa de tomate y costillitas de cerdo o colita de cuadril mechada con ajo, perejil y hasta panceta (o tocino). Otros domingos eran ravioles caseros rellenos de seso. Y otros, tal vez ñoquis de papa. Sea cual fuere el plato de pasta, la salsa siempre se comenzaba a hacer el día anterior, sobre todo si llevaba muchos ingredientes. Y la masa de la pasta se comenzaba a hacer tempranito el domingo para que tuviera tiempo de dejarla descansar, de estirarla y cortarla—sí, todo a mano. Un plato de pasta con salsa casera recién hecha no tiene precio. Uno de los mejores recuerdos, además de los sabores y aromas inolvidables, es que mi mamá siempre compartía todo… una vez que la pasta y la salsa estaban hechas, preparaba una cacerola para compartir con el vecino.
por Fernanda Beccaglia
Actualizada Sep 14, 2015
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Ingredientes

For the sauce:

  • 2 cucharadas de mantequilla sin sal
  • 1 zanahoria, pelada, cortada en cubitos
  • 1 tallo de apio cortado en cubitos
  • 1/2 cebolla pequeña, picada fina
  • Panceta o tocino, opcional*
  • 8 oz de carne picada, 90 % sin grasa, orgánica
  • 8 oz de carne de puerco picada, orgánica
  • 8 oz de carne de ternera picada, orgánica
  • 2 cucharadas de pasta de tomate
  • 1 lata (28 oz) de tomates enteros con el jugo, desmenuzados
  • 1 1/2 tazas de vino tinto
  • 1 1/2 tazas de leche entera, temperatura ambiente
  • Sal marina y pimienta negra fresca molida, al gusto
  • 2 cucharadas de perejil fresco, picado fino
  • Orégano, albahaca y perejil secos, al gusto

For the pasta:

  • 1 lb (o 500 g) de harina de trigo o semolina
  • 5-6 huevos frescos, orgánicos
  • 2 cucharadasde aceite extra virgen de oliva
  • 1 cucharadita de sal tipo Kosher o marina

Instrucciones

  •  
    1
    Para la salsa: Calienta la mantequilla en una olla o sartén pesada a fuego medio hasta que se formen burbujitas pero sin que tome color.
  •  
    2
    Agrega los vegetales (menos los tomates) y cocínalos por unos 4 minutos. Sube el fuego, agrega las carnes, separándolas con una cuchara de madera. Revuelve y agrega la pasta de tomate. Revuelve otra vez para mezclar todo. Una vez que tome color y se haya disuelto con la carne, agrega los tomates y deja cocinar por unos 10 minutos o hasta que casi todo el líquido se haya evaporado.
  •  
    3
    Agrega el vino revolviendo bien para que se mezcle con el resto. Una vez que el alcohol se haya evaporado, baja el fuego y deja cocinar por unos 10 minutos. Comienza a agregar la leche de a poco para agregarle humedad a la carne. Mezcla bien. Y continúa por unos 45-60 minutos, agregando leche a medida de que vayas viendo que la carne lo necesita.
  •  
    4
    En el ínterin, sazona a gusto y agrega el perejil y las hierbas secas (opcional).
  •  
    5
    Vuelve a revolver para mezclar bien. Deja cocinar por otros 20 minutos a fuego lento.
  •  
    6
    Vuelve a probar. Ajusta la sazón. (La salsa tiene que haberse reducido a unas 6 tazas.) Sirve.
  •  
    7
    *Si usaras panceta o tocino, échala a la sartén u olla antes de agregar la carne.
  •  
    8
    Para la pasta: En un tazón, bate los huevos, agrega la sal y el aceite.
  •  
    9
    Forma una montañita con la harina y haz un hueco en el medio. Ve agregando de a poco la mezcla de los huevos, y mezclando de a poco hasta formar una masa homogénea. Una vez que la masa esté formada y te sea fácil manejarla, amásala sobre una superficie limpia enharinada por 15 minutos, estirándola de un lado a otro. (Su contextura debe ser elástica y “brillosa” y verás que se forman burbujitas de aire, eso indica que tienes en tus manos ¡una masa perfecta!).
  •  
    10
    Déjala reposar como por una hora, cubierta por un repasador o papel toalla húmedo.
  •  
    11
    Córtala en cuatro pedacitos. Vuelve a amasar y pasa cada uno de los pedacitos por la máquina* de hacer pasta, o estíralos con un palo de amasar.
  •  
    12
    A medida de que vayas cortando la pasta, cuélgala o colócala sobre una tabla con harina para que ‘respire’ y no se pegue.
  •  
    13
    Espolvorea harina encima, moviéndola de tanto en tanto con los dedos.
  •  
    14
    Para la cocción, prepara una olla grande con agua y sal a gusto. (Puedes echarle un chorrito de aceite.) Deja hervir y echa la pasta (por turnos) y deja cocinar por un par de minutos o hasta que la veas flotar en la superficie. Cuela rápidamente, recuerda que es pasta fresca y se cocina muy rápido. Sirve en platos hondos con la salsa caliente encima y queso fresco rallado.
  •  
    15
    *La máquina te da la opción del tipo de pasta deseas hacer: linquine, fettuccine, etc. Esta receta de masa también sirve para hacer la masa para lasaña y la de ravioles.

Consejos de expertos

  • consejo 1
    La harina que uses es clave, por eso te recomiendo que no uses la común. Si no consigues la especificada en la receta, cómprala en mercados especializados. Las italianas y argentinas son muy buenas.
  • consejo 2
    Para saber si la pasta está cocida, saca un fideo y si está blanco en el medio es porque aún necesita más cocción.
  • consejo 3
    No cocines toda la pasta junta. Cocina de a grupos. Y si tus invitados quieren más, puedes hacerlo fácilmente... después de todo en 2 minutos está lista para servir.
  • consejo 4
    No pases la pasta por agua fría luego de colarla o lavarás el almidón.
  • consejo 5
    Siempre utiliza ingredientes frescos y de calidad.

Información Nutricional

No hay información nutricional disponible para esta receta

Más acerca de esta receta

  • En casa, un plato de pasta (sobre todo los tallarines o tagliatelle caseros con salsa bolognesa) era el clásico de los largos almuerzos de los domingos. No había ritual más tradicional que ese. Nuestra costumbre era comer pasta por horas y sin ningún apuro. Un domingo eran los tallarines con bolognesa. Otro domingo, con salsa de tomate y costillitas de cerdo o colita de cuadril mechada con ajo, perejil y hasta panceta (o tocino). Otros domingos eran ravioles caseros rellenos de seso. Y otros, tal vez ñoquis de papa. Sea cual fuere el plato de pasta, la salsa siempre se comenzaba a hacer el día anterior, sobre todo si llevaba muchos ingredientes. Y la masa de la pasta se comenzaba a hacer tempranito el domingo para que tuviera tiempo de dejarla descansar, de estirarla y cortarla—sí, todo a mano. Un plato de pasta con salsa casera recién hecha no tiene precio. Uno de los mejores recuerdos, además de los sabores y aromas inolvidables, es que mi mamá siempre compartía todo… una vez que la pasta y la salsa estaban hechas, preparaba una cacerola para compartir con el vecino.
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